VIA CRUCIS, 1A ESTACIÓN, N. 5
- Ecce homo! (Ioh XIX,5). El corazón se estremece al contemplar la Santísima Humanidad del Señor hecha una llaga.
- Y entonces le preguntarán: ¿qué heridas son esas que llevas en tus manos? Y él responderá: son las que recibí en la casa de los que me aman (Zach XIII,6).- Mira a Jesús. Cada desgarrón es un reproche; cada azote, un motivo de dolor por tus ofensas y las mías.
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