VIA CRUCIS, 1A ESTACIÓN. N. 1
- Jesús ora en el huerto: Pater mi (Mt XXVI,39), Abba, Pater! (Mc XIV,36). Dios es mi Padre, aunque me envíe sufrimiento. Me ama con ternura, aun hiriéndome. Jesús sufre, por cumplir la Voluntad del Padre... Y yo, que quiero también cumplir la Santísima Voluntad de Dios, siguiendo los pasos del Maestro, ¿podré quejarme, si encuentro por compañero de camino al sufrimiento?
- Constituirá una señal cierta de mi filiación, porque me trata como a su Divino Hijo. Y, entonces, como El, podré gemir y llorar a solas en mi Getsemaní, pero, postrado en tierra, reconociendo mi nada, subirá hasta el Señor un grito salido de lo íntimo de mi alma: Pater mi, Abba, Pater,...fiat!
VIA CRUCIS, 1A ESTACIÓN, N. 2
- Cadenas de Jesús! Cadenas, que voluntariamente se dejó El poner, atadme, hacedme sufrir con mi Señor, para que este cuerpo de muerte se humille... Porque -no hay término medio- o le aniquilo o me envilece. Más vale ser esclavo de mi Dios que esclavo de mi carne.
VIA CRUCIS, 1A ESTACIÓN, N. 3
- Si se resisten a la verdad en tantos ambientes, calla y reza, mortifícate... y espera. También en las almas que parecen más pérdidas queda, hasta el final, la capacidad de volver a amar a Dios.
VIA CRUCIS, 1A ESTACIÓN, N. 4
Está para pronunciarse la sentencia. Pilatos se burla: ecce rex vester! (Ioh XIX,l4). Los pontífices responden enfurecidos: no tenemos rey, sino a César (Ioh XIX,l5).
- Señor!, ¿dónde están tus amigos?, ¿dónde, tus súbditos? Te han dejado. Es una desbandada que dura veinte siglos... Huimos todos de la Cruz, de tu Santa Cruz.
- Sangre, congoja, soledad y una insaciable hambre de almas... son el cortejo de tu realeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario